lunes, 8 de abril de 2013

¿Qué es la Literatura Infantil?

A pesar de vivir entre libros desde bebé, nunca me sentí particularmente atraída por ellos ya que en mi  casa  había, principalmente, libros de consulta y demasiado canónicos para un niño. El primero libro que me regalaron fue Ternura de Gabriela Mistral y recuerdo que me conecté íntimamente con el poema PIECECITOSme cautivó su sonoridad, sin comprender muy bien lo estremecedor de su significado, fue un poema que memoricé y repetí por mucho tiempo. En esos momentos, esa lectura significó para mí un secreto, algo que descubrí y era solo mío, me confortaba y entendía, solo porque sentía que su musicalidad me acurrucaba. Luego por lectura obligatoria del colegio leí EL PRINCIPITO de Saint-Exupery, este libro me acompaña hasta estos días como un libro esencial para mi vida. Cuando niña, descubrí mundos nuevos, viajes a otros planetas y distintas realidades humanas de la mano de este niño de otra galaxia. Con el paso del tiempo, fui ingresando poco a poco en la profundidad semántica y metafórica de esta obra descubriendo nuevos significados acordes a la época de vida que estaba viviendo, ya no solo era un libro de aventuras, sino que se convirtió en un "tratado" sobre la amistad, una crítica al ser humano, una historia de soledad, una filosofía de vida incluso.

Al llegar a la universidad, nos llenaron de canon literario, marcado por un menosprecio a la literatura infantil y, a excepción del Principito, me olvidé de ella por considerarla innecesaria en alumnos de media, que era a quienes debía enseñar Literatura. Volví a ella hace tres años, cuando nació mi hija Florencia; desde los dos años, todas las noches, ella pide el cuento de Pipito Pichón, la historia de un pequeño zorzalito que vive muchas aventuras para regresar al hogar donde los espera sus padres (también se lo he contado a mis queridos alumnos de 2° medio y al parecer les ha encantado). Esta historia se ha convertido en la acompañante de mi hija, le da la seguridad que necesita para dormir solita en su habitación, le ayudó a calmar sus terrores nocturnos y lo más importante es feliz cada vez que Pipito Pichón llega a su casa y se encuentra con sus padres, así como ella se encuentra con los suyos cuando regresamos del trabajo. De esta forma no solo le estamos entregando una historia divertida, sino que también seguridad y tranquilidad.

Sin importar si la literatura nos acoge, acompaña o nos muestra mundos nuevos en nuestra primera etapa de vida, creo que lo principal es que nos ayuda a crecer, a entender el mundo y a entendernos a nosotros mismos con él, en este sentido me atrevería a decir que a literatura infantil nos construye y moldea.

No sé si yo sería la misma Carina sin los Piececitos, o sin El Principito, lo más probable es que no.



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